Introducción a la composición química de los seres vivos
Los seres vivos estamos formados por materia, al igual que todos los objetos que nos rodean.
Existen muchas clase de materia, a las que se denomina sustancias, que se diferencian en sus propiedades (como por ejemplo: brillo, dureza, color). Las sustancias se pueden dividir en partes muy pequeñas, y aun así conservan sus propiedades.
Una molécula es la parte más pequeña en que se puede dividir a una sustancia, sin que desaparezcan sus propiedades.
Las moléculas están formadas por partículas menores llamadas átomos.
La composición de una molécula se expresa en su fórmula molecular, en la cual se representan los átomos mediante sus símbolos y el número de átomos se indica con un subíndice.
Todos los átomos tienen partículas subatómicas, los protones, neutrones y electrones, pero se diferencian en la cantidad de estas partículas.
Los átomos que tienen el mismo número de protones pertenecen al mismo elemento químico. Los elementos químicos son 109 y están representados y ordenados en la tabla periódica de los elementos. A cada uno se le asigna un símbolo, formado por la inicial de su nombre, a veces seguida de una o dos letras.
Los átomos se combinan, según sus propiedades, formando las moléculas de las diferentes sustancias.
Las uniones entre los átomos se denominan uniones o enlaces químicos.
Las uniones químicas pueden romperse cuando las moléculas chocan entre sí. Como resultado, los átomos se combinan de una forma diferente, formando nuevas uniones y dando origen a nuevas
moléculas. Estos cambios son las reacciones químicas.
En una reacción química se llama reactivos a las moléculas con las cuales se inicia el proceso y productos a las moléculas que se obtienen al final. Durante las reacciones químicas los átomos no se crean ni se destruyen, solo se recombinan.
Para que las moléculas choquen y produzcan una reacción química es necesario que tengan suficiente energía.
Los enlaces químicos que se forman entre los átomos almacenan energía, la energía de enlace o energía química. Cuando los enlaces se rompen, esta energía se libera.
